lunes, 27 de enero de 2014

Reseña sobre las exposiciones del jueves 23 de enero

El pasado jueves asistimos a las presentaciones de dos grupos. Era el último día de exposiciones y de la asigntura en general, y también el último día como profesor para Roberto, por lo que fueron sesiones muy emotivas. Además las cuestiones abordadas por estos dos grupos me resultaron especialmente interesantes.

El título de la presentación del primero de los grupos fue "Progreso y Medio Ambiente". Aquí se trataron asuntos tan diversos como el problema de la superpoblación, el deterioro de la bioesfera por la contaminación ambiental, el uso o no de recursos renovables o no, la cuestión de la escacez de recursos, así como la necesidad de un desarrollo sostenible en nuestra sociedad. Necesitamos invertir en la búsqueda de recursos y maquinarias para el desarrollo sostenible, y tomar conciencia sobre los niveles de producción a los que sometemos al planeta en detrimento de las ganancias que podamos derivar de ellos.
Durante la exposición se planteó el punto de vista marxista respecto al medio ambiente. El desarrollismo se ha basado en el desarrollo técnico y la explotación de las poblaciones a través de la esclavitud asalariada. Esto nos ha llevado a una coyuntura donde el cambio climático y la nocividad de los pesticidas y las lluvias ácidas amenzan la salud de todas las especies del planeta. La urbanización del mundo supone la concentración de masas en las ciudades, constituidas por individuos solitarios centrados en el trabajo y el consumo. Desde las críticas antidesarrollistas de los 80's, se expresa la idea de que la abundancia de mercancías no corresponde con la abundancia de bienestar. Este entramado de ideas desembocó en un debate en clase en torno a la cuestión hombre-naturaleza, que en nuestra sociedad ha estado fundamentada en una perspectiva antropocéntrica, que precisamente es la que nos ha llevado a donde estamos ahora. Desde este debate se planteó si realmente desde el ecologismo se trata de salvar al planeta, o de salvar a la raza humana.

La segunda presentación llevaba el nombre "De una sociedad industrial a una sociedad de consumo", desde la que se formuló la idea de consumo como una religión, a la que pertencemos y de la que participamos aun estando en contra de ella. Las estrategias de consumo dirigidas a las clases más bajas desde hace siglos, de forma que inviertan lo poco que tienen en necesidades creadas a priori, ha terminado por establecerse como un estilo de vida en el mundo entero. Desde la publicidad, el desarrollo económico y tecnológico se nos ha prometido la felicidad, la cual es inalcanzable a través de estos medios.


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